Culebrón Ibrahimovic

Esta semana le ha tocado al Barcelona sufrir su propio culebrón. Cuando todo parecía indicar el Viernes que iban a dar el pelotazo, entiéndase en el mejor sentido de la palabra, con el fichaje de Zlatan Ibrahimovic resulta que no está nada claro aun.

En un principio todo estaba finiquitado ya que el acuerdo, según todos los entendidos de la prensa deportiva, era cambiar al sueco por Eto'o más la cesión de Hleb (que gran fichaje para conseguir el triplete) y una cantidad de dinero. El problema viene que esa cantidad de dinero no está concretada todavía, van desde los 40 millones hasta los 45 millones de euros.

Pero esa diferencia no es la definitiva, todo depende del valor que algunos le den a Eto'o, desde los 0 euros hasta 35 millones. Es aquí donde radica el problema del trueque para el Barcelona. A pesar de tener contrato Eto'o no es una mercancía, aunque a veces entre los directivos y los jugadores parece todo lo contrario, y tiene la última palabra que resolverá todo el embrollo.

Eto'o puede tener en mente varias decisiones:

• Irse y entrar en el trueque. Seguiría jugando Champions y cobrando una buena cantidad, pero a lo mejor no se convertiría su sueño de dejar al Barça sin ningún dinero a cambio.
• Quedarse y agotar el año que le queda. Es la opción que fastidiaría mas a los culés, puesto que el africano se iría gratis y además no vendría Ibrahimovic. La ventaja para el camerunes es que podrá negociar su fichaje con otro equipo con total libertad y disponibilidad de cantidades monetarias.

Si bien, ante cualquier posibilidad que ocurra, el FC Barcelona está dispuesto a hacer un gran desembolso, ahora vendrán las preguntas retoricas que formulaba Laporta hace unas semanas tritranquilas. ¿Es prepotencia utilizar a un estandarte como Eto'o?. ¿Imperialismo el gastar tal cantidad de dinero por un futbolista?. Palabras, palabras y mas palabras.

Y eso suponiendo que han dejado de lado a Villa. Al final el "pobre" guaje se tendrá que quedar en Valencia, por no haber sido valiente y poner en un aprieto a su directiva dejando bien claro con qué equipo quería jugar.

A otro que le ha salido el tiro por la culata es a Lendoiro, que tasaba a su jugador Filipe en 9 millones, con ausencia en la foto de grupo del jugador, y ahora se ha quedado con las ganas, el Barça ha fichado a Maxwell por 4,5 millones de euros. Si es que la avaricia rompe el saco.